Ayer fue el fin de una etapa.
Una etapa en la que he aprendido a creer en mi misma y mis posibilidades, en la que he crecido como persona, en la que he aprendido a valorarme y quererme como soy, sin más.
La Jose sigue siendo la Jose.
Y aunque aún me queda mucho que aprender, ya estoy preparada para hacerlo sola (o casi 😉 )
Y todo esto ha sido posible gracias
a Alfredo de Nelintre.
Muchas gracias por tu paciencia y por tu ayuda.
Esta mochila es un pequeño detalle porque sí, porque me gusta dar un pedacito de mi corazón a la gente a la que aprecio y tú te lo has ganado.
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